Que la industria de la bicicleta siga desarrollándose plenamente en Europa en general y en España en particular, pasa inevitablemente por las políticas, medidas y planes de acción que las distintas administraciones públicas, en todos sus ámbitos, establezcan y desarrollen. En esta segunda parte, analizamos los objetivos y la perspectiva de la UE.
Como apuntábamos anteriormente, en la primera parte de este reportaje, sobre los pilares establecidos para el transporte y su movilidad inteligente y sostenible en Europa y la bicicleta, las instituciones y administraciones públicas europeas se han visto obligadas a modificar, acelerar o incluso desarrollar otras estrategias, especialmente en este caso concreto del Green Deal, por la invasión de Rusia sobre Ucrania.
Ante esta dolorosa tragedia para Ucrania que afecta de lleno a toda Europa, se celebró el 18 de mayo de 2023, el primer aniversario del plan REPowerEU, en respuesta a las medidas extraordinarias en materia de dependencia energética que la Unión Europea adoptó para hacer frente a Rusia.
Gracias a este plan, se ha podido minimizar el impacto de la dependencia energética procedente de Rusia en todos los países miembros y ha permitido acelerar los pasos hacia una transición de energía limpia en el último año. Es aquí, precisamente, donde la industria de la bicicleta tiene un papel protagonista, como medio de transporte sostenible y de cero impacto ambiental, puede suponer para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y, además, contribuir a la reducción de emisión de CO2.
La industria de la bicicleta como productora de economía verde en Europa
De esta forma, la Asociación Europea de Industrias de la Bicicleta (Cycling Industries Europe – CIE-), invitaba a los profesionales y responsables políticos a participar en su encuentro anual, celebrado el pasado mes de marzo en Bruselas, para debatir sobre cómo las empresas de la industria de la bicicleta están contribuyendo a una Europa más verde y saludable, así como para comprender los temas políticos clave que influirán en sus estrategias industriales en el corto y medio plazo.
“Creemos que la bicicleta es la solución a algunos de los retos más acuciantes de Europa, desde proporcionar movilidad con cero emisiones de carbono a nuestras ciudades y ayudar a luchar contra la emergencia climática, hasta hacer crecer una economía resiliente con 2 millones de empleos verdes para 2030. Las empresas de la industria de la bicicleta deben proporcionar los productos y servicios que permitan a más personas montar en bicicleta y unirse para garantizar que nuestra industria sea más ecológica y esté más conectada a medida que crecemos”
Kevin Mayne – CEO de Cycling Industries Europe
Para esta asociación, la Estrategia Europea para el Uso de la Bicicleta es determinante para la sociedad y para la propia industria, ya que se podrían conseguir los siguientes objetivos en muy breve espacio de tiempo:
- Duplicar el número de kilómetros recorridos en bicicleta en Europa.
- Reconocer el uso de la bicicleta como modo prioritario de transporte e industria de la movilidad.
- Apostar por una industria competitiva, resistente y sostenible.
- Subsanar el déficit de inversión en infraestructuras y transición industrial, con el respaldo de una estabilidad normativa y comercial que siente las bases de la confianza inversora.
- Apoyar las estructuras locales y regionales necesarias para retener a los trabajadores.
- Invertir en nuevas tecnologías y realizar la transición hacia una producción sostenible de bicicletas y componentes.
Impulsar la bicicleta en Europa
Y esto es lo que Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, vino a remachar en ese encuentro del pasado 9 de marzo.
“Anuncio una iniciativa para impulsar la bicicleta en Europa. La Comisión propondrá una Declaración Europea sobre el Uso de la Bicicleta e invitará al Parlamento y al Consejo a sumarse a ella y convertirla en un acuerdo interinstitucional. Incluiremos principios para apoyar el uso de la bicicleta, junto con el acceso a herramientas y fondos. Esto garantizará que nuestros ciudadanos no sólo tengan sobre el papel el derecho a ir en bicicleta, sino también acceso a ayudas. Los instrumentos europeos deben utilizarse para duplicar el uso de la bicicleta en Europa”.
Una estrategia de reconocimiento
Pero Timmermans realizaba este anuncio respaldado por las iniciativas que semanas antes se estaban realizando en el seno europeo, como la votación a favor de desarrollar una estrategia para la bicicleta, tomada en la Comisión de Transportes del Parlamento Europeo, liderado por la presidenta de esta comisión, la francesa Karima Delli. Esta votación obtuvo 38 votos a favor y 1 en contra, dejando clara la intención y los pasos a seguir por parte de la Unión Europea a este respecto.
“Todos estamos de acuerdo en los muchos beneficios de la bicicleta: mejor salud, menos congestión, ciudades más habitables… Pero hasta ahora no habíamos recibido de
Karima Delli, presidenta de la Comisión de Transportes y Turismo (TRAN)
las instituciones de la Unión Europea una señal clara que reconociera el papel central de la bicicleta en nuestras sociedades. Pedir una estrategia europea específica y que el sector de la bicicleta sea reconocido como socio clave en la estrategia industrial europea son pasos importantes hacia este cambio de mentalidad dentro de nuestras instituciones que tendrá enormes repercusiones sobre el terreno”
Posteriormente, el 16 de febrero, el Parlamento Europeo refrendó el acuerdo nacido en la Comisión de Transportes, mediante una resolución histórica en la que destaca la necesidad de un mayor apoyo de la Unión Europea a las inversiones de la industria:
- Establecer un terreno fértil en Europa para la producción de bicicletas, componentes y baterías.
- Crear dos millones de puestos de trabajo en un “ecosistema ciclista” que abarca la fabricación, el turismo, el comercio minorista, la salud y el deporte.
- Medidas económicas y fiscales para la financiación de I+D y la innovación.
- Reducción de los tipos impositivos de IVA.
- Incrementar el apoyo al desarrollo de la infraestructura ciclista, como carriles bici y aparcamientos.
A cierre de esta edición, fuentes de la oficina de prensa internacional de Frans Timmermans, en respuesta a nuestro interés en conocer la situación de la Estrategia Europea de la Bicicleta y actualizar las novedades, nos trasladan que, se espera poder aportar novedades a lo largo del último trimestre de 2023.
Los Fondos Next Generation
En paralelo al Pacto Verde Europeo, y en plena conmoción por el impacto de la pandemia del Covid-19, Europa consiguió articular, en junio de 2020, los Fondos Next Generation, un instrumento excepcional de recuperación temporal dotado con 750.000 millones de euros, disponible para todos los Estados miembros, garantizando una respuesta europea coordinada para acometer las consecuencias económicas y sociales provocadas por la pandemia.
Del total de 750.000 millones de euros de los fondos, 360.000 millones están destinados a préstamos reembolsables y 390.000 millones a transferencias no reembolsables. Para movilizar esta ingente cantidad de dinero público, se establecen dos instrumentos:
- El Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia (MRR), está dotado con 672.500 millones de euros, de los que España ha recibido hasta la fecha un total de 37.000 millones -de los 140.000 millones que tiene asignados (60.000 millones en transferencias no reembolsables más otros 80.000 millones de euros en préstamos) y cuya finalidad es apoyar la inversión y las reformas en los Estados miembros para lograr una recuperación sostenible y resiliente, al tiempo que se promueven las prioridades ecológicas y digitales de la UE.
- El Fondo REACT-EU, dotado con 47.500 millones de euros, opera como fondos estructurales, pero con mayor flexibilidad y agilidad en su ejecución. REACT-EU promueve la recuperación ecológica, digital y resiliente de la economía.