El Comité Ejecutivo extraordinario de CEOE, reunido el pasado martes 5 de noviembre, ha rechazado por unanimidad la propuesta del Ministerio de Trabajo de reducción legal de la jornada laboral.
El Ministerio de Trabajo planteaba hace unos meses reducir la jornada laboral de las actuales 40 horas semanales a 38,5 horas, y a 37,5 horas a partir de enero de 2025.
Esta medida no ha convencido a CEOE y Cepyme, que ya en octubre de 2023 rechazaban el acuerdo de PSOE y Sumar para reducir la jornada laboral, junto a ATA.
Por otro lado, en julio se reunieron CEOE y Cepyme con el Ministerio, donde se les hizo una propuesta que conllevaba una mayor “flexibilidad” en la capacidad de las empresas para distribuir irregularmente el tiempo de trabajo. La medida incluía que las empresas pudiesen distribuir irregularmente hasta un 10 % de la jornada anual, además de que se endurecerían las sanciones a aquellas que no cumplieran la jornada laboral, en cuestiones relacionadas con la salud y la seguridad de los trabajadores.
Esta semana, el Comité Ejecutivo extraordinario de CEOE ha rechazado por unanimidad la propuesta del Ministerio de Trabajo de reducción legal de la jornada laboral.
“Intromisión en la autonomía de la negociación colectiva”
CEOE y CEPYME aseguran que no pueden apoyar dicha propuesta, ya que “modificar por ley cuestiones que son materia propia de los convenios colectivos, como la reducción de jornada, y que, de hecho, ya se están pactando de forma bilateral en los convenios, supone una intromisión en la autonomía de la negociación colectiva, consagrada en el artículo 37.1 de la Constitución”.
Por ello, aseguran que, la aprobación de esta norma “debilita el marco de negociación colectiva que ha sido fundamental para mantener la paz social durante los últimos 40 años y, en la práctica, aboca a muchas empresas, especialmente a pymes y autónomos, a una reorganización forzada que pondrá al límite su capacidad de organización interna y su supervivencia“.
Ambas entidades también insisten en que difícilmente se va a incrementar la productividad a partir de la reducción de jornada en un tejido productivo compuesto en alrededor de un 98 % por pymes y autónomos, y donde los sectores con mayor aportación al PIB están vinculados, entre otros, a los servicios o el turismo.
“Adoptar medidas como esta, con carácter general, tiene poco sentido si se tiene en cuenta las enormes diferencias existentes entre los distintos sectores económicos y entre comunidades autónomas”, explican.