Joao Maia es el fundador de Incycles, fábrica portuguesa que ensambla bicicletas en la localidad de Agueda. A lo largo de esta entrevista, relata el transcurso de la compañía desde sus inicios: "En 2018 éramos 13 personas y después de cuatro años somos 300 personas de plantilla".
Incycles cuenta con una nave de 32.000 metros cuadrados y tiene previsto construir otra de 9.000 en la misma parcela en la que se encuentran las instalaciones actuales para dedicarlos a una nueva línea de pintura.
“Producimos 900 bicicletas al día y somos capaces de pintar unas 400. Nuestro objetivo es pintar en nuestras instalaciones todas las bicicletas que ensamblamos”, expone Joao Maia, fundador de Incycles.
Incycles realiza todo el proceso de montaje excepto la soldadura del cuadro. Trabajan con otras empresas portuguesas que fabrican tanto guardabarros y portabultos, como baterías para bicicletas eléctricas.
“Con esto se consigue una cadena de distribución mucho más corta, puesto que se reducen y economizan los procesos y no dependemos tanto de productos de fuera, sino que trabajamos cada vez más con producto europeo, lo traemos aquí. Estamos potenciando el mercado portugués también. De esta manera tenemos más flexibilidad y menor riesgo final”.
Joao Maia, fundador de Incycles
Inicios de Incycles
Joao lleva desde los 15 años trabajando y siempre ha estado ligado al sector de la bicicleta, ya que su padre fabricaba pedales para marcas como Orbea, BH o Conor.
“Nuestro primer cliente fue la compañía española Bicicletas Otero y en el año 2000 les compramos toda la maquinaria y empezamos a ensamblar bicicletas para ellos y las vendían en Madrid. A partir de ese momento fuimos creciendo y nuestro principal mercado durante muchos años fue España“.
Joao relata que actualmente, el mercado español representa un 50 % de facturación de manera indirecta, ya que “la mayoría de marcas españolas de bicicletas se ensamblan aquí”.
En 2018 Incycles empieza a producir bicicletas para Lime y las primeras bicicletas eléctricas que fabrican fueron para la marca española Legend. Más adelante, ganaron el concurso para fabricar bicicletas para Uber y actualmente también producen las bicicletas Moma.
Además, cuentan con una marca propia, Eleven, cuyo distribuidor en España es Calmera.
“Un 70 % de las bicicletas que ensamblamos son eléctricas. Tenemos un fuerte impacto en el mercado holandés, pero vendemos para toda Europa e incluso a lugares como Australia o Nueva Zelanda”.
En 2018 trabajaban 13 personas en Incyles y facturaron 4 millones de euros. Después de casi 5 años, han cerrado el ejercicio de 2022 con una facturación en torno a los 65 millones de euros.
Además, Maia asegura que a fecha de hoy, ya tienen cerrado el año 2023 a nivel de producción y prevén un crecimiento del 20 %.
Próximo reto Incycles: Fabricar motores
En Incycles llevan a cabo minuciosos controles de calidad a todos los productos que llegan de fuera. En el caso de los cuadros, los limpian, les dan color con pintura electroestática y al final, incluyen las pegatinas e identificaciones de cada marca. Todo el proceso se lleva a cabo de forma manual.
“Para incluir la pegatina, el cuadro debe pasar 3 veces por nuestros hornos. Es un proceso complejo y es fundamental la mano de obra, ya que todo es manual”, relata el fundador.
De cara a 2023, el fundador de esta empresa portuguesa nos adelanta que el objetivo es ensamblar también los motores de las bicicletas eléctricas a través de acuerdos con otras empresas del país que los fabriquen como lo hacen con las baterías.
“Lo más caro en una ebike es la batería y el motor. La cuestión de la batería ya la tenemos solucionada y lo mismo queremos hacer con el motor. De esta manera ofreceremos a nuestros clientes un servicio completo y nos estaríamos anticipando a posibles cambios de legislación”.
Para desarrollar estos proyectos, Joao relata que invertirán más de lo que han invertido este año (un millón y medio de euros) con la finalidad de que “el cliente se quede porque le ofreceremos todo lo que necesita”.
“La ebike es el futuro”
A la pregunta de cómo ve el futuro de la industria de la bicicleta, Maia considera que “queda mucho trabajo por hacer, los gobiernos tienen que comprometerse y crear infraestructuras, pero, sobre todo, hay que formar a los niños y niñas en las escuelas”.
Para el fundador de Incycles “la ebike es el futuro”, puesto que en la mayoría de países europeos cada vez se están incluyendo más cargobikes o bicicletas longtail.
“Se está reinventando el concepto de bicicleta, en diciembre enviamos 1.000 cargobikes eléctricas a Países Bajos. Pienso que se está apostando por este medio de transporte y en un futuro próximo adquirirá más protagonismo”.