Vengo de visita (y a tratar de sobrevivir) a Eurobike 2022, la Feria de la Industria de la Bicicleta más importante de Europa, para comprobar si las expectativas quedan por encima de los espectadores o, los espectadores, por encima de las expectativas… Sí, ya sé que se denominan “visitantes”, pero es que si no, el juego de palabras no me quedaba igual de bien.
Si todo ha ido bien, en el momento en que se esté publicando este nuevo “post”, estaré entrando por las puertas de Messe Frankfurt, el megarecinto y moderno espacio ferial de la quinta ciudad más grande de la locomotora europea, en la que nacieron (me apuesto a que esto no lo sabías) el hollywoodiano Martin Lawrence (quien protagoniza la saga “Bad Boys” junto a Will Smith) o la archiconocida Anne Frank, sí, esa misma, la del Diario más famoso del mundo…
Desde que a finales de 2019 empezamos a oír hablar de un extraño virus que campaba a sus anchas por Asia, luego Europa y finalmente por el planeta entero, para convertirse en la pandemia que aún hoy seguimos padeciendo (ahora en España con esta 7ª ola “silenciosa”), pocas cosas han sobrevivido o se han mantenido igual a cómo las conocíamos antes de todo esto.
Entre ellas, las Ferias, Congresos y Exposiciones. Todas se han visto obligadas a cerrar o a aplazar las ediciones que tenían previstas, no solo durante 2020, también durante 2021 e incluso en 2022, algunas han tenido que volver a retrasar sus calendarios iniciales.
Si no hay Coca-Cola, tomaremos Pepsi
Ante la imposibilidad de realizar las Ferias de manera presencial, como era la costumbre, algunos promotores pensaron que, apoyarse en la tecnología, sería una buena solución para tratar de mantener en marcha estos eventos, “retener” a los expositores y no perder la edición, a modo de alternativa y optar por el coma inducido antes que morir por inanición.
De esta forma, se celebraron multitud de encuentros, eventos, conferencias y congresos, inmersos todos en la vorágine y la orgía diaria de teletrabajo, video-conferencias, archivos en “la nube” y de aprender que eso del “metaverso” no era la última droga de diseño, sino el espacio virtual en donde podíamos seguir viviendo sin miedo a contagiarnos del p… bicho.
Pero, a su vez, lo que estaba ocurriendo era que, de la misma manera que nos iba pareciendo muy cómodo esto de acudir a una feria sin movernos del sofá, empezaban las empresas a pensar que, tal vez, podían ahorrarse miles de euros y de recursos con respecto a las ferias convencionales. Es decir, la Pepsi que empezamos a bebernos como alternativa, estaba empezando a resultarnos más rica, más refrescante y con más “chispa”, que nuestra Coca-Cola de siempre.
Los primeros movimientos, dejan dudas (con excepciones)
Desde el segundo semestre de 2021 y hasta ahora, las experiencias que he tenido como asistente a distintas Ferias de sectores industriales presenciales, tanto en Europa como en España, no han sido, por lo general, igual de exitosas que las últimas ediciones de esos mismos eventos antes de la pandemia.
También contamos con ejemplos que, según parece, están cumpliendo las expectativas. En Copenhague, se celebró en el mes de marzo y durante dos días el “Copenhague Bike Show”, una feria que con 5.000 m2 de exposición, congregó a más de 9.000 visitantes y participaron 154 marcas, representadas por 123 empresas de 16 países distintos.
Aquí en España, en el mes de mayo se celebró durante tres días en la ciudad de Valencia, el evento “Ciclosferia”, con datos, según los organizadores, muy parecidos a los de Copenhague: 4.500 m2 de superficie expositiva, 10.174 visitantes y 60 marcas representadas.
Y, aunque no es una Feria profesional como tal, del 14 al 17 de junio se ha celebrado en Liubliana (Ljubljana) la capital de Slovenia, la edición Velo-city 2022 (esta fue víctima del Covid en 2020).
Organizada por la European Cyclists Federation (ECF) bajo el título Cycling the Change, ha sido el foro de encuentro de entidades, asociaciones, políticos y ciudadanos para debatir cómo la bicicleta es la herramienta imprescindible para hacer de este mundo, un lugar mejor. Clausurado el evento, las cifras de participantes parecen que acompañan también al optimismo.
Por otro lado, otras grandes Ferias Internacionales de industrias muy potentes que se han realizado en España, como la Feria Internacional de Climatización y Refrigeración de Ifema o la reciente MCE Mostra Convegno en Milán, se han saldado con enormes caídas en el número de expositores, en el primer caso, y de visitantes (44% menos que la anterior edición), la segunda.
No es por no ir, pero si hay que ir, se va
Con esta famosa frase del dúo cómico “Cruz y Raya” podríamos resumir algunas de las expectativas que me han trasladado diferentes profesionales de la industria.
Por eso voy a prestarle toda mi atención a Eurobike. Me esperan 1.500 empresas expositoras y tres días muy intensos de reuniones, conferencias y presentaciones, a lo largo de sus 140.000 m2.
Eurobike es una de las Ferias que solo ha suspendido una edición, la de 2020, ya que en 2021 se lanzó a hacerla, contando con la participación de 630 empresas de 68 países.
La verdad es que fueron cifras francamente buenas, teniendo en cuenta el contexto en el que estábamos. Esa edición se realizó también en la población de Friedrichshafen, una recóndita población pegadita a Suiza, del 1 al 4 de septiembre y recibió a cerca de 19.000 profesionales y a algo más de 13.000 usuarios y visitantes no profesionales.
Entre todas esas empresas expositoras, 33 de ellas están afincadas en nuestro país. En conversaciones con distintos responsables de algunas de estas empresas, he recibido todo tipo de observaciones… desde los que van “firmemente convencidos de que es una excelente oportunidad para nuestra empresa y nuestra marca” (por lo general vinculado a empresas más jóvenes), a aquellas que me han trasladado que “las ferias de salón ya no son de nuestro interés, pero vamos por no dejar de estar”.
Las apuestas están cerradas y hoy se ponen las cartas sobre la mesa. Voy a ver ahora mismo si Eurobike cumple con las expectativas.
Auf Wiedersehen!!
