Esta pregunta, así literalmente, me la hizo hace unos días en un evento del mundo del motor al que asistía como participante, una voluntaria de una plataforma ciudadana que estaba recogiendo firmas en contra de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE). Entiendo que estarían allí pensando que ese sería un “caladero” natural para sus propósitos.
Mi cara de asombro y desconcierto al escuchar semejante pregunta debió ser de tal calibre, que la persistente voluntaria me volvió a repetir la pregunta, pero esta vez en inglés. En este punto pasé del asombro inicial, a la risa casi descontrolada.
Y no es que pretenda hacer burla de que haya quienes estén en contra de las ZBE (que tiene que haber de todo en la viña del Señor), si no de cómo la persistente y voluntariosa joven interpelaba a todo aquel que se pusiera “a tiro” con una pregunta tan desastrosa como esa.
¿Quieres firmar en contra de las bajas emisiones?… La verdad es que, ante un planteamiento tan atractivo como ese, daban ganas de decirle que sí y preguntarle además si no tendría a mano un tubo de escape de un Nissan Patrol de los años 80, para darle una caladita…
Las Zonas de Bajas Emisiones, un logro al que no se debe (ni se puede) renunciar
El 1 de enero de 2023 era la fecha límite para la entrada en vigor de la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética. Aquellos municipios de más de 50.000 habitantes, territorios insulares y municipios de más de 20.000 habitantes (estos últimos siempre y cuando superen los valores límite), debían definir y establecer zonas de bajas emisiones (ZBE), para que, dentro de su territorio y ámbito de actuación, se apliquen restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos a motor para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos.
Pero más allá de lo que estipula o contempla la ley en cuanto a restricción de vehículos, debemos tener una visión de mayor perspectiva en cuanto a los objetivos que se persiguen con estas medidas, como puede ser, además de la ya consabida reducción de emisión de gases, el de ganar espacio para el peatón (Benidorm es un magnífico ejemplo), conseguir ciudades más “vivibles”, aumentar la calidad de vida de sus habitantes y, en gran parte, reducir la siniestralidad que acarrea el uso desmedido del coche.
Pero también abre el camino para nuevas dotaciones y servicios públicos inimaginables hace algunos años en multitud de municipios, como la construcción de carriles bici, instalación de sistemas públicos de alquiler de bicicletas, realización de caminos escolares y un largo etc.
Deberes pendientes en la casi totalidad de los municipios afectados
Pero como siempre ocurre en este país (por desgracia) “del dicho, al hecho”, hay mucho trecho. A día de hoy, según los datos que refleja la Web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de los 150 municipios que están obligados a activar zonas de bajas emisiones, tan solo son 13 ya las tienen en marcha: A Coruña, Badalona, Barcelona, Córdoba, La Línea de la Concepción, Madrid, Pamplona, Pontevedra, Rivas Vaciamadrid, Sant Cugat del Vallés, Sant Joan Despí, Sevilla y Zaragoza. No es ni el 10% del total…
Sí es cierto que hay una enorme cantidad de municipios que ya han presentado los planes pero que, aún, siguen en tramitación.
Pero también hay otros municipios que, como la voluntaria recoge firmas, están poniendo en duda la efectividad de estas medidas o, incluso el replanteamiento de infraestructuras y políticas hacia la movilidad que hacen temer por la continuidad y la coherencia política, sin hablar de las devoluciones de cifras millonarias que habría que asumir por las ayudas de los planes europeos con las que se han financiado, pero esto, es materia en la que profundizaremos en otro momento…
El estado de cada proyecto de ZBE por cada municipio, puede consultarse on-line en el Mapa Interactivo que el MITECO ha puesto a disposición de los ciudadanos.
Una enorme oportunidad para la Industria de la Bicicleta
Gracias a la implantación de Zonas de Bajas Emisiones en la totalidad de las grandes ciudades y todas las capitales de provincia, se abre para la industria de la bicicleta una enorme oportunidad, en varios frentes:
- La bicicleta puede aprovechar el tirón del cambio de paradigma sobre el uso de la bicicleta, abriéndose paso a un uso de movilidad, además del deportivo y de ocio que hemos tenido siempre, generando nuevas ventas en el segmento de bicicleta urbana.
- La instalación de servicios públicos de bicicleta compartida están haciendo que nuevos usuarios se acerquen a la bicicleta, lo que puede contribuir a la conversión de nuevos clientes que, hasta el momento, no se habían planteado la bicicleta como método de transporte.
- Espacios pacificados pueden permitir proyectos para ir al colegio en bicicleta (como el modélico bicibus de Barcelona), lo que daría un enorme empujón al segmento de bicicleta infantil, que ha sufrido un importante retroceso en los últimos ejercicios.
- La construcción de infraestructuras como carriles bici, aparcamientos seguros, etc. favorecerán el aumento del uso de la bicicleta y, por tanto, que se active un mayor nivel de consumo de componentes, accesorios, servicios de mantenimiento, seguros, etc.
- El servicio de reparto de última milla será una realidad gracias a operadores de cargobike que verán favorecida su labor, ante las restricciones a vehículos convencionales.
- Un mayor uso de la bicicleta favorecerá, en general, un movimiento imparable de oportunidades de negocio para el sector.
No, no quiero firmar en contra de las bajas emisiones
Si después de leer este texto tenías alguna duda sobre mi posición al respecto de la pregunta que lo encabeza, lo repito de nuevo: NO, no pienso firmar en contra de las bajas emisiones, al igual que no pienso firmar contra nada que conlleve el retroceso en medidas que favorecen al ciudadano y que, además, han demostrado su validez.
Las Zonas de Bajas Emisiones son buenas en todos los aspectos, excepto para algunos neandertales del siglo XXI que, como ya ha ocurrido a lo largo de la historia de la humanidad, no han sido, no son y no serán, capaces de adaptarse a la evolución, que, por cierto, es imparable.
Llegué aquí buscando dónde y cómo firmar en contra de las ZBE jaja sigo con mi busqueda, pero gracias por informarme de que ya hay asociaciones a las que ayudar con mi firma.
Ya bueno algunos tenemos un coche del 2006 y no tenemos dinero para comprar un coche nuevo, no es que no queramos tener un electrico es sencillamente que no podemos pagarlo y tampoco tenemos tiempo para estar 3 horas de ida y otras 3 horass de vuelta en trasporte publico que es altamaente ineficiente, para ir al trabajo, cuando en coche solo tardo 40min, en resumen algunos trabajamos mucho, nos cuesta llegar a final de mes y si nos ponen estas normativas sin sentido en 2024 ya no podre ir al trabajo y entonces dime tu que puedo hacer.