G.A.C: de fabricar munición a convertirse en la bicicleta de referencia en España

La empresa Gárate, Anitua y Compañía comenzó sus actividades en la última década del siglo XIX. A medida que el siglo XX avanzaba, G.A.C. diversificó su producción y empezó a fabricar bicicletas. Este movimiento estratégico resultó ser un acierto, ya que la popularidad de las bicicletas crecía en toda Europa.

Durante la década de 1920, G.A.C. se consolidó como una marca de prestigio en el ámbito de las bicicletas. Sus modelos eran reconocidos por su calidad y durabilidad, características que pronto le otorgaron una sólida reputación en el mercado español.

La Motoretta: un icono de los años 70

Uno de los productos más emblemáticos de G.A.C. fue la bicicleta “Motoretta”. Lanzada en la década de 1970, la Motoretta rápidamente se convirtió en un icono de la movilidad urbana en España. Este modelo no solo destacó por su diseño innovador y funcional, sino también por ser un producto accesible para la población general, fomentando el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano.

La Motoretta representó un cambio en la forma en que las bicicletas eran percibidas y utilizadas. Con un diseño compacto y un cuadro resistente, esta bicicleta se adaptaba perfectamente a las necesidades de los usuarios urbanos. Su facilidad de manejo y su asequibilidad la hicieron extremadamente popular, especialmente entre los jóvenes y las familias que buscaban un medio de transporte práctico y económico.

Crisis y cierre

A pesar de su éxito y su capacidad para adaptarse, G.A.C. no fue inmune a las dificultades económicas. En la década de los 80, la empresa comenzó a enfrentar serios problemas financieros. La competencia creciente y la necesidad de modernización de las instalaciones y de los procesos de producción representaron desafíos significativos. Al inicio de la década de los 90, la situación se volvió insostenible y G.A.C. tuvo que declarar la quiebra, poniendo fin a una etapa de más de 90 años de historia industrial.

Hoy en día, G.A.C. sigue siendo una marca respetada y apreciada, con una rica historia que refleja su capacidad para innovar y adaptarse a lo largo del tiempo. La Motoretta, en particular, permanece en la memoria colectiva como un símbolo de una época y como un ejemplo de cómo una empresa puede evolucionar y prosperar sin perder de vista sus raíces.

Desde C de Comunicación, pudimos hablar con Gerardo Centeno García-Rodrigo, experto en bicicletas históricas y autor de la novela ‘El Ciclista’ en la cuál habla de marcas clásicas de bicicletas del S.XX. Destacando el modelo de la Motoretta G.A.C, comentó lo siguiente:

“La Motoretta 2 es la bicicleta más icónica. Destacan sus modelos en rojo y amarillo, el sillón largo negro en el que perfectamente podrían caber tres personas y su resistencia”.

Gerardo Centeno García-Rodrigo, novelista

Hablando sobre el éxito de la marca, Gerardo expresa lo siguiente:

“En 1951 GAC llega a un acuerdo con la empresa francesa Motobécane por el cual GAC comienza a fabricar bajo licencia las motocicletas Mobylette, con gran éxito. En años posteriores GAC introdujo mejoras y nuevos modelos en su
gama de productos, destacando entre ellos la Cady”.

Gerardo Centeno García-Rodrigo, novelista

Mientras que por otro lado, también quiso enfatizar sobre el fin de la marca:

“En 1985 fracasa el intento de continuar fabricando bajo licencia de Motobécane, tras la compra de Yamaha”. Por informaciones adicionales a las que hemos tenido acceso desde este medio, la finalización del vínculo con Yamaha se debió a la imposibilidad por parte de G.A.C de afrontar el pago de los cánones comprometidos con el fabricante japonés.

Gerardo Centeno García-Rodrigo, novelista

El escritor también quiso resaltar que dentro de G.A.C destacan otros modelos como la bici infantil G.A.C 500, o la G.A.C 550A como una bici de paseo o la Crosseta que era parecida a la Motoretta con la diferencia de que la barra del cuadro ya era recta.