Inicio / Opinión / Mi hijo quiere ir al colegio en bicicleta
Mi hijo quiere ir en bicicleta al colegio

Mi hijo quiere ir al colegio en bicicleta

Mi pequeño está a punto de cumplir seis años y le gusta la bicicleta. Desde temprano hemos ido en bicicleta al colegio, a los picnics y a la playa.

Muchas veces hemos pedaleado por el puro placer de hacerlo, sin necesidad de desplazarnos a ningún sitio, sólo un punto de partida que coincide con el de regreso, una ruta circular que siempre acaba en un parque.

Ahora quiere, sin dejar de lado el placer de pedalear, darle un sentido práctico al movimiento. Ahora le gustaría ir al colegio en bicicleta, en la suya propia.

Vivimos a unos pocos kilómetros del cole, sería un ejercicio fantástico tanto a nivel físico como cívico, interactuar con otras bicicletas, personas, vehículos y las normas. No hay modo más efectivo para el aprendizaje que la práctica, ya que a la vez movemos las piernas y el corazón (se me viene a la memoria la campaña protagonizada por Joan Manuel Serrat).

El fin de semana, sin presión por los horarios, hicimos la primera prueba y fue todo un éxito a excepción de mi incapacidad para responder los porqués de mi hijo o mi propia sorpresa al hacerlo.

Cuando salimos de casa tenemos el primer carril bici que son dos líneas blancas en la acera, con unas flechas blancas y bicicletas, a ratos pintadas a otros descoloridas.

Un poco más tarde, a 400 metros, las líneas desaparecen. Sin embargo, florece un carril bici paralelo en un espacio arrebatado a lo que antes era un paso de coches.

¿Por qué? Porque este lado es un municipio y justo aquí cambia a otro, en un lado lo hacen de un modo y en el siguiente a su manera.

Seguimos por el carril bici y en dos ocasiones cruzamos unos pasos elevados, unos dameros en los que le pido que baje la velocidad. ¿Por qué? Porque son paradas de autobús hijo.

Lo siguiente es descabalgar, tenemos que cruzar el puente caminando acostados a nuestras bicicletas. ¿Por qué? Porque es un espacio compartido con peatones y como es lógico ellos tienen preferencia, la otra preferencia es para los coches y se llama calzada.

Nos enfrentamos a un tramo de carril bici recién construido. Es nuevo y ancho, de color marrón anaranjado flojito ¿Por qué a veces son naranjas, otras rojos o amarillos y en otros no tienen color? Hoy he visto que el carril de Castellana es verde.

Tocan las curvas de los puentes, una parte divertida donde se zigzaguea un poco, descenso y dejamos nuestra contribución al contador de bicis.

Quiero darle yo, me dice. Se refiere al pulsador que hay que tocar para que en algún momento se cierre con rojo el tráfico de vehículos a motor y otorga unos segundos escasos para el paso de bicis y peatones. Ahora soy yo el que para mis adentros se pregunta ¿por qué?

Seguimos, el carril bici desaparece, vuelve a aparecer, hay que estar atentos porque no es tan fácil adivinar por dónde lo hará.

Superadas estas dificultades y parados en un semáforo me dice ¿por qué siempre están en rojo? Porque están diseñados para vehículos más rápidos que nosotros. ¿por qué?

Notificar nuevos comentarios
Notificar
guest
0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
Scroll al inicio