César Rojo empezó su carrera como atleta de descenso en Mountain Bike entre los años 1996 y 2001. Años más tarde funda Unno, su proyecto más pasional, una marca de bicicletas destinada a la industria del MTB.
Este medio ha conversado con César Rojo, CEO de UNNO, empresa catalana que fabrica bicicletas de MTB. En abril la compañía ganó el ‘Red Dot Design Award’, gracias al diseño de su bicicleta eléctrica MITH, su producto estrella.
Rojo, tras su etapa como atleta, fundó Cero Design, un estudio de ingeniería y en 2012 nace UNNO, su proyecto “más pasional”. El año pasado, la empresa llevó a cabo un proceso de rediseño a nivel de producto e imagen, con el objetivo de “ganar más impacto en la industria del MTB”.
UNNO cuenta con tres modelos de bicicletas: la MITH (e-bike), la BURN (Enduro) y la DASH (Trail). Todas ellas disponen de la misma plataforma de suspensión y un diseño parecido. Rojo adelanta a lo largo de la entrevista que “tienen muchos proyectos en el horno” y esperan lanzar un modelo nuevo a fin de año, además de presentar novedades de cara a 2024.
¿Cómo y cuándo nace UNNO?
El proyecto nació entre descensos en el Whistler Bikepark, en British Columbia, durante la temporada 2012. Ahí nos dimos cuenta de que teníamos la fuerza y la capacidad para montar una marca de bicis realmente disruptiva, pensada por y para el rider, con una actitud cañera tanto en producto como en comunicación.
Fue precisamente durante esos días en la meca del Downhill donde empezamos a diseñar la plataforma de suspensión que daría valores a la cinemática de Unno, así también como algunos primeros esquemas. Podemos decir que desde entonces ha llovido bastante.
¿Dónde se lleva a cabo el diseño y la fabricación?
Las bicicletas se diseñan en Barcelona, en colaboración con Cero Design Studio, una compañía de diseño industrial focalizada en movilidad y vehículos. Podemos decir que Cero y Unno, a pesar de ser dos compañías distintas, son empresas hermanas y tienen mucho en común. Incluso nos sentamos en la misma oficina.
Hasta 2021 hacíamos también todo el proceso de fabricación en el taller de nuestra sede. Equipamos el espacio con la maquinaria y el talento adecuados, y nos encargábamos de absolutamente todo el proceso, de inicio a fin. Fue una época muy romántica, pero había cantidad de piedras en el camino que para una marca pequeña como nosotros eran muy difíciles de superar.
Por ello, con la llegada de los nuevos modelos y el rebranding de Unno, externalizamos la fabricación a una de las factorías más importantes de bicicletas de Fibra de Carbono en Asia, donde se fabrican bicicletas de la más alta gama. De hecho, hemos aprendido mucho sobre sus procesos industriales a la hora de fabricar.
Por otro lado, nuestro partner de montaje está en Alemania. Ellos son los encargados de gestionar la línea de producción. Son especialistas en esto y realmente hacen un trabajo excelente de montaje y empaquetado. Las bicicletas se distribuyen desde ahí, con los beneficios que esto comporta a la hora de abastecer toda Europa desde un mismo punto céntrico.
¿Cómo vivió Unno los años de pandemia 2020-2021?
En la época de la pandemia todavía fabricábamos en Barcelona, pero más que en vender bicicletas, nuestros esfuerzos estaban focalizados en desarrollar la nueva plataforma de Enduro/Trail que comparten MITH, BURN y DASH.
En esa época estuvimos a medio gas comercialmente hablando, ya que nos encerramos en el estudio y en nuestras casas planificando lo que ahora mismo tenemos en el mercado.
Después de todo eso, nuestro producto estrella es la MITH Race, una bicicleta que se agotó 24 horas después de lanzarla al mercado. Hoy en día, a pesar de reponer las MITH a menudo, la mayoría del tiempo están con muy bajo stock o agotadas.
Durante la pandemia también hemos observado grandes cambios a nivel comercial, sobre todo en cuánto a qué productos se demandan. El sector eléctrico nos está gustando y creemos que tenemos un buen nicho ahí.
¿En qué zonas y países vendéis más bicicletas?
Generalmente, hay más demanda en la mitad norte, y sobre todo en zonas montañosas donde la cultura del Mountain Bike tiene fuertes raíces. Podemos decir que las zonas con más cultura de montaña también son las que conocen mejor el producto.
Nuestro mercado siempre ha sido el centro europeo, pero desde que presentamos la nueva gama, el interés en la península ibérica ha crecido considerablemente. En Estados Unidos hay mucha expectación por el producto, pero queremos ser cautelosos e ir paso a paso a la hora de abrir nuevas regiones comerciales. Al final se trata de tener un crecimiento sostenible.
¿Cómo se ve Unno en 5 años?
Este año ha sido un punto de inflexión para la marca. Nuevas incorporaciones, nuevos montajes, proyectos que estamos cerca de publicar, dos equipos de la copa del mundo… Podemos decir que este año está siendo frenético y tendremos muchas experiencias nuevas en todos los ámbitos de la marca. En 2024 tendremos que consolidar todo ese impacto recogido en 2023.
Por este motivo, ahora mismo estamos focalizando nuestros esfuerzos en los siguientes productos Unno. Las copas del mundo serán también fundamentales, esperamos que den mucho que hablar entre los riders. En cuanto a productos, con suerte tendremos un modelo nuevo a fin de año. El año que viene también presentaremos novedades.
De aquí a cinco años nos gustaría ser una marca de Mountain Bike de referencia en cuanto a sostenibilidad. Ya estamos dando los primeros pasos y queremos continuar creciendo en ese sentido. Nos gustaría también consolidarnos en el mercado y crecer de una forma sostenible, estableciendo relaciones de largo plazo con nuestros dealers, ayudándonos mutuamente a crecer. Tenemos mucho por hacer todavía, y justo acabamos de empezar.
Nosotros consideramos que siempre hemos sido una marca pionera en términos de innovación y desarrollo de productos en el Mountain Bike. Ahora nos gustaría ver que no solo generamos impacto en términos de conocimiento y producto, sino también en presencia de marca y ventas, algo con lo que estamos trabajando desde hace tiempo.
