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La comunicación crea sector

Cariño, tenemos que hablar

Por Lorenzo Tasso

Cariño, tenemos que hablar. Esta es la frase que, en una relación, supone cuanto menos que hay un problema, principalmente en la comunicación entre las partes.

Y es que la comunicación es la base fundamental y principal que se necesita para construir cualquier relación, cualquier equipo o cualquier proyecto, siendo fundamental en todos los ámbitos de la vida. También lo es en el ámbito empresarial, donde la figura del Director/a de Comunicación tiene cada vez más peso, ya que “saber comunicar” y hacerlo bien, no siempre es fácil.

Y no solo no es que comunicar sea complejo, es que, en muchas ocasiones, no se comunica y eso, es un error de tamaño mayúsculo.

En una reciente entrevista a un alto directivo de una destacada empresa de la industria de la bicicleta, en los prolegómenos de la conversación, me indicó que “son plenamente conscientes de la importancia de comunicar, ya que, la comunicación crea sector, afianza el conocimiento y permite reforzar el posicionamiento de la compañía”. Sin duda, este es un claro ejemplo de una política de comunicación bien gestionada.

Tengo la certeza de que muchos de los que leáis este post, reconoceréis esta situación, bien en empresas que conozcáis, bien en vuestro propio caso. Y, por la posición de responsabilidad que ocupo en un medio de comunicación dirigido a profesionales, mi misión es trasladar que no comparto, ni lo haré nunca, el silencio, la omisión o la callada por respuesta (aunque lo respeto, claro).

La comunicación (y por tanto) la información, crea sector

La comunicación es, por definición, el intercambio de información que se produce entre dos o más individuos, con el objetivo de intercambiar mensajes entre quienes intervienen: un emisor (o varios) y un receptor (o varios), en el que también está el medio que se utilice.

Tal y como indica mi compañera Mª Ángeles Moya, periodista y profesora en la Universidad Carlos III (Madrid), el periodismo sirve para garantizar el derecho fundamental de los ciudadanos a recibir información veraz y para contrarrestar los excesos de los poderes públicos. Pero, eso sí, el periodismo debe respetar los límites que recogen el ordenamiento jurídico y los códigos éticos y deontológicos de la profesión.

Esto mismo, extrapolándolo al sector profesional, es lo que hacemos los medios de comunicación para profesionales, es decir, poner al alcance de los profesionales, de manera veraz y ética, todo lo que ocurre en el sector.

Como decía antes, compartir información y comunicación en los sectores profesionales ayuda indiscutiblemente a crear sector, a ayudar a la industria a que sea mejor y más fuerte, a que esté mejor posicionada y reconocida y a que sea más competitiva, ganando en visibilidad y favoreciendo las prácticas de transparencia.

Comunicar no tiene porqué ser equivalente a desvelar (todas) las claves del éxito o los datos confidenciales (que no sean públicos, claro) o estrategias críticas para la empresa. Comunicar fomenta y fortalece los lazos entre colaboradores, pero también entre competidores, entre clientes y proveedores, donde perciben un mayor acercamiento entre los unos y los otros, al tiempo que ayuda a fortalecer la marca, en definitiva a crear y construir confianza.

Comunicar, siempre

Y esa confianza también debemos fomentarla y asegurarla en los medios de comunicación. En nuestro caso es un valor irrenunciable. Y también las empresas deben fomentar la relación con los medios, no solo tenerlos en cuenta para aquellas informaciones que les sean favorables.

Estoy seguro de que, como lector, cuando accedes a un medio de comunicación, quieres obtener información de utilidad, información que te ayude a ser mejor profesional… pero si como emisor no practicas la comunicación ¿qué valor vas a encontrar?

Además, en aquellos medios o ¿profesionales? que estén tentados por el sensacionalismo y la primicia, la falta de comunicación les alimentará el chismorreo y la elucubración, lanzará la duda y será el caldo de cultivo ideal para el bulo o, como se dice ahora, para las fake news.

Sin duda, es más fácil tener una iniciativa clara y frecuente de comunicación, que aportar esfuerzos posteriores (y por lo general más grandes) a rebatir informaciones incorrectas.

Seguiremos informando.

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