La constante subida de precios en el transporte, así como la caída de la demanda en Europa y América del Norte podrían afectar a las cadenas de suministro globales, aumentando los costes logísticos.
La salud de la economía mundial no pasa por su mejor momento. Así se deduce del Índice de Volatilidad de la Cadena de Suministro Global, cuya cifra se ha situado en -0,18 al finalizar agosto.
Según el último análisis de la consultora GEP, los costes del transporte han aumentado durante los últimos meses, rozando máximos anuales, mientras la demanda global sigue mostrando debilidad por decimocuarto mes consecutivo.
El incremento de los precios del transporte, que han alcanzado su nivel más alto desde febrero, es uno de los principales contratiempos que afronta el sector logístico. Este incremento se produce en medio de nuevas presiones sobre los precios del combustible, después de que los productores de petróleo anunciaran recortes en el suministro.
La falta de ayudas repercutirá a los costes del transporte
En España, la situación se agrava aún más por la falta de gobierno. La escalada de los precios del combustible no cesa, lo que ha provocado que el gasóleo se haya encarecido 20 céntimos en los últimos tres meses.
Debido a la previsión de un continuado aumento, asociaciones como Fenadismer consideran “incongruente” el recorte de ayudas al combustible, que se reducirá al 50 % a partir del próximo 1 de octubre. La asociación de transporte también denuncia que la “interinidad política” dificulta la aprobación de un nuevo Decreto Ley para ampliar las ayudas en este ámbito.
El aumento de los costes del combustible se verá reflejado en los costes del transporte, hecho que puede tener un impacto significativo en las cadenas de suministro globales y en los precios de los productos finales.
La demanda se hunde en Europa
Las condiciones económicas se tornan particularmente preocupantes en Europa, donde la demanda sigue experimentando caídas drásticas y los riesgos de una recesión se hacen patentes.
El Índice de Volatilidad de la Cadena de Suministro Global señala que la demanda también sufrió una considerable disminución en toda América del Norte durante el mes de agosto, apuntando a una desaceleración de la economía en la región.
Una caída de la demanda sostenida en el tiempo podría producir un descenso en los pedidos y la producción industrial, lo que afectaría al transporte de mercancías y a las actividades de almacenamiento.
Sin embargo, la demanda se mantiene más estable en Asia, a pesar de la ralentización de la economía china. La consultora destaca un fuerte aumento en las compras en países como India, Indonesia y Vietnam, lo que sugiere que estas naciones están experimentando un crecimiento económico relativamente robusto.
Además, el informe resalta que los fabricantes estadounidenses y europeos están enfrentando presiones renovadas debido a la escasez de personal en sus mercados laborales, lo que ha llevado a un aumento de las presiones salariales. Esta situación podría tener un impacto negativo en la producción y la capacidad de cumplir con la demanda del mercado.