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La bicicleta, ¿salvadora de los 7 pecados capitales?

La bicicleta, ¿salvadora de los 7 pecados capitales?

Por Silvia Casorrán

Hace ya más de 20 años que trabajo en el sector de la movilidad sostenible. Durante más de 10 años fui consultora de movilidad desde el sector privado, y en uno de mis trabajos redacté el capítulo de externalidades de la movilidad para el primer Plan de Movilidad Urbana de Barcelona (2006-2012).

Seguramente, debido a mi formación como ambientóloga, una de mis obsesiones ha sido conseguir internalizar en la economía los costes reales de la movilidad, es decir, poder valorar de una forma más justa qué costes reales asumimos entre toda la sociedad. Aún no lo hemos conseguido.

En el momento de redactar el primer PMU de Barcelona identificábamos 5 externalidades: contaminación del aire, ruido, accidentes (ahora siniestros), ocupación del espacio público y cambio climático (ahora emergencia climática). A estas 5 externalidades en los últimos años he añadido otras dos también muy significativas: falta de verde urbano y sedentarismo (o falta de movilidad activa).

En las últimas charlas que doy me gusta hablar de ‘los 7 pecados de la movilidad’, aunque hace unos días una persona relevante en la movilidad de Barcelona me recomendaba mejor hablar de ‘los 7 pecados del tráfico’. Y tiene razón, ya que todos ellos, sin ánimo de señalar más allá de lo necesario, se generan ‘por culpa’ del uso excesivo del coche y de la moto. Dos grandes inventos pero que nos generan un enorme impacto negativo en las ciudades, tanto desde la óptica social como desde la ambiental.

Vamos a repasar cada una de las externalidades, a intentar relacionarlas con los 7 pecados capitales y a ver cómo el uso de la bicicleta representa una gran solución para poder combatirlos.

1. Ocupación injusta del espacio público. LA SOBERBIA.

Las ciudades son lugares con escaso espacio público disponible para las personas, pero donde mayoritariamente nos movemos a pie. En el caso de Barcelona, más del 60 % de la movilidad cotidiana se realiza a pie, mientras que se cuenta con menos del 40 % del espacio público destinado al peatón. Además, este espacio está lleno de ‘obstáculos’: terrazas, motos aparcadas, farolas, señales, árboles… Así que el espacio realmente efectivo y libre para las personas es mucho menor.

A parte del espacio para circular (en Barcelona, sólo el 15 % de la movilidad interna se realiza en coche o moto), para aparcar tenemos que contar con 10 metros cuadrados ocupados por cada coche. En el caso de Barcelona, las personas residentes con vehículo en propiedad pagan 20 céntimos de euro al día (laborable) por poder aparcar en el espacio público. Esto es unos 50€ al año. ¿Qué os gustaría hacer por 50€ al año con 10 metros cuadrados a vuestra disposición?

La soberbia es el amor desmedido por uno mismo, por creerse por encima de los demás.

2. Emergencia climática. LA AVARICIA.

La emergencia climática ya no nos parece tan lejana desde que el efecto isla de calor prevalece en nuestras ciudades durante muchos meses. Además, hay una correlación directa entre las olas de calor y la mortalidad. Pues bien, uno de los causantes del efecto isla de calor es el dióxido de carbono generado por el tráfico en las calles, además del calor generado por el asfalto necesario para que los vehículos de motor puedan circular. En el caso de Barcelona, el tráfico aporta el 27 % de CO2; el puerto y el aeropuerto, el 13 %.

La avaricia es el afán por cualquier cosa que se desea desmedidamente.

3. Ruido. LA LUJURIA.

El ruido es el segundo factor ambiental con mayor impacto sobre la salud en Europa. La mayor parte de la ciudadanía vivimos expuestos a unos niveles de ruido que superan los valores legales (que son bastante más permisivos que los recomendables), y el tráfico es el principal causante de éste.

En Barcelona, por ejemplo, se calculan más de 130 muertes anuales directas por motivos cardiovasculares atribuibles al exceso de ruido, además de múltiples efectos sobre la salud mental. Mientras tanto, algunos conductores de vehículos motorizados (en especial los que conducen determinadas marcas de motocicletas), parece que disfruten escuchando el ruido ensordecedor que generan sus máquinas.

La lujuria es el deseo excesivo por el placer.

4. Siniestralidad. LA IRA.

En España desde los años 70 han muerto más de 200.000 personas en siniestros de tráfico, y más de 5 millones han quedado heridas graves. Muchas veces las víctimas han sido peatones y ciclistas, arrolladas por vehículos de motor circulando a velocidades excesivas. Además de la gran pérdida emocional que representa para las familias y entornos cercamos, estos siniestros tienen una gran repercusión económica en la sociedad.

La ira es ese sentimiento de indignación, venganza o furia. Puede ser tan fuerte que uno puede llegar a ir en contra del prójimo.

5. Contaminación del aire. LA GULA.

La justicia europea ha condenado a España por incumplir reiteradamente la directiva relativa a la calidad del aire, permitiendo valores de dióxido de nitrógeno por encima de lo estipulado durante 8 años seguidos, sin tomar las actuaciones necesarias para remediarlo. En el área metropolitana de Barcelona se podrían evitar más de 1.300 muertes anuales si se cumplieran con los límites que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación a NO2 y partículas en suspensión. Además, la mala calidad del aire perjudica tanto el desarrollo pulmonar como el cognitivo durante la infancia.

La gula es el consumo desmedido, que daña el cuerpo.

6. Falta de verde urbano. LA ENVIDIA.

Según indican múltiples estudios científicos, la falta de espacios verdes en las ciudades afecta negativamente a la salud mental, genera un mayor consumo de medicamentos y provoca un desarrollo cognitivo menor en la infancia y adolescencia.

En general las ciudades adolecen de verde urbano, tanto en relación a lo que recomienda la OMS como en cuanto al objetivo de cumplir “la regla 3-30-300” (propuesta por el silvicultor Cecil Konjinendijk): que se puedan ver al menos 3 árboles desde casa, que haya un 30 % de cobertura arbórea en el barrio y que no se viva a más de 300 metros del parque o espacio verde más cercano.

La envidia es esa tristeza, pesar o rencor del bien ajeno.

7. Sedentarismo. LA PEREZA.

Según indica la OMS, entre 2020 y 2030 la falta de actividad física está provocando que unos 500 millones de personas desarrollen enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes, u otras. El 47 % de los nuevos casos será provocado por una tensión alta mientras que el 43 % será generado por una depresión. Es decir, la falta de ejercicio afecta gravemente la salud física y emocional / mental.

Hoy en día, la sociedad catalana de Pediatría hace llamamientos a las administraciones para que creen infraestructura para promover la movilidad activa, pero hace falta que la medicina familiar recete mucho más ‘caminar y pedalear’.

La pereza es la falta de voluntad y esfuerzo, un abandono físico y espiritual.

¿Qué pinta la bicicleta en todo esto?

Gracias al big data compartido por el Ministerio de Transportes, Movilidad, y Agenda Urbana conocemos las distancias que se recorren en el territorio español.

En el caso del área metropolitana de Barcelona el 83 % de toda la movilidad cotidiana recorre menos de 10 km en su trayecto cotidiano (considerando un ‘viaje’ a partir de los 500m). 10 km son como máximo 40 minutos en bicicleta, un tiempo de recorrido muy competitivo en los núcleos urbanos. Pues bien, en relación con los 7 aspectos comentados:

  • La bicicleta apenas consume espacio público para circular o aparcar (2 metros cuadrados).
  • La bicicleta no genera emisiones de CO2 y permite que se desasfalte la ciudad.
  • La bicicleta es silenciosa.
  • La bicicleta es mucho más segura que los vehículos de motor. Cuando aumenta su uso, disminuye la siniestralidad y gravedad en las lesiones.
  • La bicicleta no genera gases contaminantes.
  • Como consume menos espacio, la bicicleta permite que se genere mucho más verde urbano.
  • La bicicleta lucha contra el sedentarismo, ya que se trata de movilidad activa.

En definitiva, el uso de la bicicleta es muy beneficioso para la salud individual y colectiva, física y mental, así como también para el futuro del planeta. Además, es el vehículo que más transforma la convivencia en nuestras calles ¿Algo más que demostrar?

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2 Comentarios
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César Montalbán
César Montalbán
17/05/2023 15:43

¡Muy buena!

Silvia Casorrán
Silvia Casorrán
22/11/2023 09:31

Gracias César!

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