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¿Y cuántas personas usuarias tienen las vías verdes? De la importancia de medir los usos de las infraestructuras y el impacto del cicloturismo

Por Arantxa Hernández

Hace muy poco publicábamos en la web de vías verdes una noticia sobre los datos de usos (que no usuarios/as) en las vías verdes. Una noticia que ha llamado mucho la atención porque todos necesitamos disponer de datos sobre lo que mueven las diferentes partes del ecosistema de la bicicleta.

Y es que se trata de la típica pregunta que nos hacen los periodistas en cada entrevista que atendemos sobre vías verdes y lo que nos preguntan los responsables locales cuando se van a embarcar en un proyecto de recuperación de estos antiguos trazados de ferrocarril como itinerarios no motorizados.

Lamentablemente, no contamos con un sistema estandarizado de monitorización. No obstante, existen ya más de 25 vías verdes que cuentan con eco-contadores, es decir, sistemas de frecuentación que cuentan “pasos”. Es por eso por lo que no podemos hablar de usuarios/as, sino de usos. Con ellos –y aunque los datos son bastante dispares entre las diferentes vías- llegamos a la conclusión de que aquellas vías verdes que están bien mantenidas, gestionadas y promocionadas arrojan una media de entre 200.000 y 300.000 usos al año. Aquí podéis ver en un mapa interactivo los datos que hemos recogido en la gerencia de vías verdes de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles respecto a 2023.

Necesitamos un Observatorio de Vías Verdes y cicloturismo

Estas pinceladas de información nos lleva a una necesidad y a un anhelo: el de disponer de un Observatorio de vías verdes y cicloturismo, tal y como disponen nuestros vecinos. En Francia cuentan con una entidad, denominada Velo & Territoires que está, entre otras misiones, observando permanentemente lo que pasa con la movilidad ciclista y el cicloturismo en el país galo.

Aquí, podríamos tener oportunidades de poner en marcha algún modelo de sistematización de datos a través de la plataforma DATASTUR que gestiona Segittur, entidad adscrita a la Secretaría de Estado de Turismo, y responsable de impulsar la innovación (I+D+i) en materia turística. O incluso a través de HERMES, la plataforma de medición sobre la movilidad a través del big data del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.

Así que, con estas vistas en el horizonte nos hemos marcado como objetivo, a través del recién aprobado proyecto “Experimenta Vías Verdes de España” -del Programa Experiencias Turismo España de la Secretearía de Estado de Turismo y financiado con los famosos Next Generation- trabajar en esta línea de monitorización de vías verdes para avanzar hacia ese observatorio.

Y es que parece fundamental dar este salto de digitalización si queremos avanzar a que las vías verdes formen parte de los llamados Destinos Turísticos Inteligentes (DTI). Hasta la fecha, los gestores de estas rutas nos facilitan los datos anualmente y de forma “manual”, A continuación, los recopilamos de forma artesanal para ofrecer algunas cifras, tal y como podéis leer en esta tabla. Por supuesto, vaya por delante mi más sincero agradecimiento a los gestores, ya que, sin su aportación, este pequeño trabajo de recopilación sería imposible.

Pero, ¿y quiénes son estos cientos de miles de usuarios/as que recorren nuestras vías verdes? Pues con datos en la mano los contadores únicamente discriminan entre peatones y ciclistas, pero la observación nos cuenta que tenemos desde cicloturistas de alforjas, excursionistas de un día como parte del turismo rural, familias con niños, seniors extranjeros, personas que las usan como infraestructura de ocio y salud… y algo importante: cada vez más mujeres, que son las que a la postre más organizan los viajes en familia.

Pero nuevamente para confirmar todo esto que sabemos sería importante desarrollar encuestas y estudios de demanda y conocer así motivaciones, perfil socioeconómico, procedencia, nivel de gasto en el territorio, etc. Y es aquí donde invitamos a las administraciones con competencia en materia turística a realizar un estudio serio y riguroso a nivel estatal, no solo de vías verdes sino de cicloturismo en general. Porque seguimos sin saber verdaderamente el impacto del cicloturismo en nuestro país.

Apuntaré solo un dato que ofrece Strava y es que, según el informe de esta red social dentro del turismo deportivo, el cicloturismo sigue creciendo en España, proyectándose como una de las experiencias turísticas más interesantes en los destinos españoles en 2024. Según el informe de STRAVA, en 2022 España fue el destino más elegido para hacer turismo deportivo. Más de 2 millones (2.436.705) de turistas viajaron a España en 2022 para practicar deporte. Eso representa un 3,5 % del total de turistas internacionales que llegaron a España.

Así que, aunque que no tengamos todos los números, no significa que no seamos enteramente conscientes de que hay muchas empresas y proveedores locales en el entorno de estas rutas de cicloturismo que están prestando sus servicios a estos nuevos viajeros, y que ello impacta de manera directa e indirecta en la economía local. Y también existen desde hace relativamente pocos años operadores turísticos que ofertan producto turístico en base a vías verdes… algo casi impensable, y que nos parecía un sueño en las primeras dos décadas de andadura de este programa de Vías Verdes. Estaba Rutas Pangea, pioneros, también de la cosecha de 1993 como las vías verdes… y pocos más.

Como otros productos de turismo en bicicleta (y senderismo, no lo olvidemos), éstos aportan importantes beneficios sociales al territorio y al sistema turístico: la bienvenida desestacionalización y descentralización del turismo, el desarrollo turístico de nuevos territorios, la promoción de un ocio sostenible, activo y saludable, que además en este caso incorpora el componente social de la democratización y la inclusión, al ser itinerarios accesibles para todas las personas, incluyendo las personas con discapacidad. Desarrollo rural sostenible, movilidad activa…. Y algo muy importante: apoyo a la cultura de la bicicleta desde hace tres décadas, cuando poco se hablaba de ello en los 90 del pasado siglo.

Y sin olvidarnos de un aspecto muy importante: que la mayoría de las Vías Verdes se desarrollan en territorios despoblados en la mal llamada “España vacía o vaciada” a la que yo prefiero llamar -como lo hacen en Vivaces- la España medio llena, porque está habitada por personas con enormes dificultades pero también con oportunidades. Una de estas oportunidades es la que aporta la bicicleta, las vías verdes y el cicloturismo que ponen su
granito de arena en estos territorios. Algún dato:

  • Más del 50 % de la red de vías verdes pasa por territorios con menos de 10 habitantes /Km2. Eso es despoblación.
  • El 90 % de las vías verdes tienen a menos de 5 km algún espacio natural protegido

Estos datos ayudan a entender la importancia en su contribución en este fortísimo desequilibrio territorial y turístico que tenemos en España.

Vamos también de forma decidida a una tendencia y una línea de trabajo absolutamente necesaria: la de superar el discurso del turismo para avanzar hacia la potenciación de muchos de estos itinerarios como un recurso importante para la movilidad rural activa como infraestructuras de transporte y conectividad entre poblaciones.

Para ello, hacen falta algunas cosas, y de eso podremos hablar otro día en otra entrada de este blog, pero lo cierto es que la irrupción y consolidación de la bicicleta eléctrica que ha llegado para quedarse puede ayudar enormemente a convertir estos itinerarios en infraestructuras no motorizadas para el transporte cotidiano entre nuestros pueblos.

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