Vitoria es la mejor ciudad española para circular en bicicleta, según la OCU. En 1964 inauguró su primer carril bici, el más antiguo de España. La ciudad dispone en la actualidad de 173 kilómetros de carril bici y, con los fondos Next Generation, se esperan diseñar otros 8 más.
Vitoria lleva vinculada a la bicicleta desde hace varias décadas. Ya desde principios de los años 80 del pasado siglo, el alcalde José Ángel Cuerda Montoya, que gobernó desde 1979 a 1999, apostó por promover el uso de la bicicleta entre los ciudadanos.
Dentro de sus principales decisiones estuvo la de peatonalizar la ciudad y en 1985, rescatando archivos de la época, se sabe que hubo dos mociones en el pleno municipal relacionadas con la bicicleta.
La primera se basaba en diseñar una red ciclista y la segunda, aunque finalmente no se llevó a cabo, se centraba en crear un sistema público de bicicletas.
Sin embargo, sí que se puso en marcha a finales del siglo XX un sistema gratuito de préstamo de bicicletas, proclamándose como pionero en el país. Además, se amplió la superficie de aparcamiento regulado y se adoptaron medidas de movilidad vertical para facilitar la accesibilidad a la zona alta de la ciudad, etc.
Estas fórmulas, que hoy se reconocen como propias de la movilidad sostenible, convirtieron a Vitoria en un referente para otras ciudades en políticas de movilidad.
También queda constancia de que en el año 1964 se inauguró un carril bici de kilómetro y medio en el portal de Gamarra y no se ha identificado otro más antiguo en España. Dicho carril se mantuvo durante 8 años y después se destruyó para dejar espacio a los coches.
En 1982 el Ayuntamiento aprobó la creación de una red de carriles bici de 80 km, siendo una de las primeras ciudades de España en planificarlo. A mediados de los años 90, la red ya disponía de 25 km y en 2005 la longitud de carriles bici alcanzaba los 55 km.
Vitoria también contaba con movimientos sociales ciudadanos que reivindicaban en esa época la implantación de redes ciclistas. Es el caso del ‘Grupo Ecologista Alavés’ (GEA), que organizaba marchas ciclistas. E incluso existen fotografías en el año 1956 que evidencian que se celebraba ‘la fiesta de la bicicleta’.
Reconocimientos
Desde hace varias décadas Vitoria trabaja para convertirse en una ciudad más “sostenible”. Las bases sobre las que se ha proyectado su modelo responden a un crecimiento equilibrado, un urbanismo de calidad y una preocupación constante por el medio ambiente y el bienestar de las personas.
En 2012, la Comisión Europea otorgó a Vitoria el galardón European Green Capital, en reconocimiento a sus políticas ambientales y urbanísticas, especialmente a las relativas a cambio climático, movilidad sostenible, calidad del aire y acústica, gestión del agua y protección de la naturaleza y la biodiversidad.
En 2019, la organización Global Forum on Human Settlements (promovida por la ONU) nombró a Vitoria como Global Green City por sus logros y esfuerzos en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030.
Concretamente, por el compromiso en cuestiones como la movilidad sostenible, eficiencia energética, ‘smart city’, ‘zero waste’, políticas de espacio público, uso sostenible del suelo, agua, calidad ambiental, servicios básicos, desarrollo territorial sostenible, economía circular, estrategia agroalimentaria, gobernanza, innovación y protección del patrimonio.
Entre estas políticas destacan especialmente el Plan de Movilidad Sostenible y Espacio Público (PMSEP) y la Estrategia de Infraestructura Verde Urbana (EIVU).
El primero trata de gestionar adecuadamente las necesidades y los modos de movilidad para reducir el impacto asociado al tráfico viario y aumentar el espacio para las personas. La segunda persigue ‘naturalizar’ la ciudad y aumentar los servicios ecosistémicos de los espacios verdes, acercando la naturaleza a la ciudadanía y mejorando las condiciones de habitabilidad urbana.
Uno de los principales logros de la actuación ambiental de Vitoria y práctica inspiradora para muchas ciudades, tanto a nivel nacional como internacional, fue la construcción del Anillo Verde a principios de los años 90, puesto que puede recorrerse íntegramente (también en bicicleta) a través de un itinerario circular de más de 30 km.
Todas las iniciativas se desarrollaron con el objetivo de reestructurar el transporte público urbano e impulsar el uso de la bicicleta para reducir el uso del automóvil privado a favor de los vehículos más sostenibles.
Esto conllevó a un aumento de población, ya que entre 1960 y 1970 se duplicó el número de habitantes y en 30 años, prácticamente se cuatriplicó. Una de las consecuencias fue el aumento de las distancias y con ello, el incremento de los desplazamientos.
Además, en 1998 el Ayuntamiento aprobó su Agenda 21, la primera de una capital de provincia en España, lo que significó un importante hito en la adopción de políticas y medidas a favor del medio ambiente y la sostenibilidad.
Promoción de la bicicleta
En los años 50 del siglo XX la bicicleta era un medio de transporte relativamente común en la ciudad, hasta el punto de llegar a contar con una de las pocas vías exclusivas para ciclistas que existían en España en ese momento.
La bicicleta era además un destacado elemento en la creciente industria vitoriana, al haberse establecido importantes firmas del sector, como Iriondo (CIL) en 1948, Beistegui Hermanos (BH) 10 años después y Orbea en 1971.
Por otro lado, la promoción de la movilidad ciclista en Vitoria siempre ha ido acompañada de un incremento de aparcamientos para bicicletas, la incorporación de mecanismos para limitar su robo, acciones de formación y sensibilización y una adecuación de la normativa local para mejorar la convivencia peatón-ciclista.
Entre 2006 y 2019 la movilidad ciclista pasó del 3 % al 8,5 %, es decir, un aumento del 183 % en el reparto modal y del 211 % de los desplazamientos en bicicleta.
Vitoria dispone actualmente de 173 kilómetros de carril bici y, con parte de los Fondos Next Generation, se van a diseñar otros 8 kilómetros más, con el objetivo de que en 2023 la ciudad supere los 180 kilómetros de vías para moverse en bicicleta.
“La parte del Ayuntamiento que se encarga del espacio público siempre ha tenido una sensibilidad con la bicicleta y eso hace más fácil que se lleven a cabo iniciativas y proyectos”, asegura a este medio, Raimundo Ruiz de Escudero, concejal delegado del departamento de Movilidad y Espacio Público.
Y continúa diciendo que “la cultura de Vitoria entiende que la bicicleta tiene su espacio y, como cada usuario tiene su vehículo propio, no hace falta un servicio público de bicicletas”.
Entre las iniciativas que se están desarrollando en Vitoria, destacan la reparación de algunos carriles y el intento de conectarlos entre sí.
Otro punto importante es el Plan de acceso a los polígonos industriales, para que también estén conectados con el centro de la ciudad y se pueda llegar a ellos en bicicleta.
Además, la ciudad está ampliando su red de aparcamientos seguros para bicicletas. Vgbiziz es el servicio de aparcamiento seguro de bicicletas que el Ayuntamiento de Vitoria ofrece en diversos lugares de la ciudad. Existen 10 parkings en ‘lonjas e iglús’ que dan espacio a 450 plazas y funcionan con una app.
Por otro lado, se está llevando a cabo la construcción de un nuevo aparcamiento subterráneo con 235 plazas en el centro de la ciudad y se quieren implantar otros 6 más en los próximos meses, hasta llegar a 1.000 plazas.
“Llevamos años con una política bastante activa para ir habilitando aparcamientos de bicicletas barrio por barrio, aunque siempre vamos por detrás por todo lo que está creciendo el uso de la bicicleta”, alega Ruiz de Escudero.
Otro de los puntos importantes que tiene en cuenta Vitoria para promover el uso de la bicicleta es la educación vial.
Los estudiantes cursan durante un año una asignatura de educación vial e incluso la policía municipal desarrolla campañas de formación.
También están trabajando junto a padres y madres desde el Ayuntamiento en la ‘seguridad en los entornos escolares’, para garantizar y mejorar el acceso en bicicleta a las escuelas.